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Especialización Educativa
Actualizado: 25 mar 2020

He tenido la oportunidad de estar frente a grupos de niños desde Preescolar hasta Master, de 3 a 70 años, y en todas las ocasiones la experiencia ha sido más que enriquecedora, sin embargo me quedó claro hace muchos años que tengo la gran oportunidad como Directivo de una Institución de Educación Básica de incidir en la formación de un grupo determinado de niños que en un futuro se integrarán a una sociedad tremendamente cambiante, en donde tal vez muchos de ellos serán profesionistas, padres de familia, líderes de organizaciones, pero sobre todo, ciudadanos de un mundo globalizado que nos demanda desde ahora, llevar nuestras habilidades y destrezas al máximo nivel de desarrollo envueltas en una gran conciencia social para con los demás y con el planeta mismo.
No tengo formación docente formal, mi práctica se ha valido más de mi propio perfil profesional como Comunicólogo, que me permitió al inicio de manera empírica encontrar formas de generar empatía y conectar con mis alumnos, sin embargo hace muchos años conocí el “Análisis Transaccional” del Doctor Eric Berne y sus “Estados del Yo” por mi madre, y mucho de lo que hago lo sustento en dicha Teoría y Práctica psicológica.
Hace cinco años tuve la oportunidad de conocer el Proyecto de Sistema UNO Internacional de Editorial Santillana, muchas fueron las cosas llamaron mi atención de él, pero fue el fundamento Pedagógico que propone lo que más llamó mi atención, pues me permitió entender que aquello que sabía que hacíamos en el Colegio, que personalmente hacía, pero hasta ese momento sin saber de qué se trataba.
El fundamento Pedagógico de UNOi es la “Interacción Constructiva”, presentada por el Teórico de dicho Sistema que es el Maestro Arnaldo Esté, quien dio mucho sentido a mi actuar, pues me permitió encaminarme de una manera mucho más formal hacia lo que sería mi ideal de docencia. Al respecto el Maestro Esté dice: “Es una forma comunicativa y un desempeño pedagógico (una “estrategia metodológica”) que supone el ejercicio de valores fundamentales de la persona (Dignidad, Participación, Solidaridad, Diversidad, Honestidad, Cooperación, Cohesión Social…). Se trata de aprender y a la vez practicar y construir esos valores y de hacerlos evidentes en la actividad docente.”
En el año 2012 comenzamos la implementación de dicho Sistema y hoy día seguimos trabajando para lograr que nuestro trabajo docente sea verdaderamente significativo para nuestros niños. Nuestro principal esfuerzo es hacer consientes a nuestros docentes de la responsabilidad que tienen en esta tarea, pues son ellos el último eslabón de un Proyecto Institucional que se gestiona y plena desde las Direcciones, que tiene objetivos y metas claras, pero que al final puede quedar en una “buena intención” si no logramos que los docentes lo lleven a la práctica día a día en el aula.
“El desarrollo cognitivo es el resultado de la interacción de factores, tanto externos como internos del individuo”. Jean Piaget.
Mi interpretación a este planteamiento es que el nivel de logros de aprendizaje de una persona comienza con sus propias capacidades, habilidades, personalidad y carácter, que de manera conjunta determinan la estructura sobre la cual todo aquello que vive y la manera en la que lo vive, llamado experiencia, van construyendo poco a poco y con el tiempo un bagaje cognitivo que le permite sobrevivir y trascender.
Somos nosotros como maestros los encargados de guiar este proceso en los niños de hoy; somos responsables de identificar todos los factores internos del alumno, para una vez conocidos, orientar los factores externos con un objetivo principal: lograr desarrollo integral del alumno con base en sus propias capacidades e intereses.
Entender que los docentes, padres y miembros de la comunidad somos facilitadores de los cambios que suceden en el pensamiento de los niños-aprendices, que el aprendizaje no es simplemente la acumulación de nuevos “paquetes de conocimientos”, o como dice el Maestro Arnaldo Esté “nos referimos como contenidos en la Educación justo porque están dentro de un empaque que los define y limita”, sino de una interpretación permanente de los mismos a partir de nuestros conocimientos y experiencias previas, nos obligó a repensar el Modelo Educativo de nuestra Institución y a tener más claro el camino que decidimos seguir en la estructura de nuestro Proyecto Institucional.
Estoy convencido de que no puede existir trabajo en el aula basado en un Modelo o Teoría de Aprendizaje único, pues las diferentes circunstancias del aula, las características de los alumnos, las contingencias del entorno, incluso el estado de ánimo de profesores y alumnos, nos llevan a moldear y ajustar las sesiones de trabajo día a día, lo que nos exige como docentes estar preparados para lo que hoy se maneja como “Educadores del Siglo XXI”.
Los adultos del mañana están en nuestras manos hoy, están bajo nuestra guía, cuidado y responsabilidad. Padres de familia, escuela y sociedad estamos obligados a hacer nuestro mayor esfuerzo en construir a través de ellos el futuro. Muchas son las reflexiones que hay sobre el impacto de nuestras acciones, que pudieran parecer pequeñas, para cambiar algo tan complejo como es la sociedad, sin embargo hoy sé que sigo construyendo mi “Personalidad Docente”, seguro que lo que viene para la Educación de mi País es mejor, convencido y dispuesto a aportar con mi esfuerzo lo que sea necesario.